martes, 2 de abril de 2013

Desarrollo Infantil Temprano



Los efectos de la desnutrición en la primera infancia (0 a 8 años) pueden ser devastadores y duraderos. Pueden impedir el desarrollo conductual y cognitivo, el rendimiento escolar y la salud reproductiva, debilitando así la futura productividad en el trabajo. Dado que el retraso en el crecimiento ocurre casi exclusivamente durante el periodo intrauterino y en los 2 primeros años de vida, es importante que las intervenciones de prevención de la atrofia, la anemia o la xeroftalmia ocurran en la edad temprana.
Si el niño está o no bien alimentado durante los primeros años de vida, puede tener un efecto profundo en su salud, así como en su habilidad para aprender, comunicarse, pensar analíticamente, socializar efectivamente y adaptarse a nuevos ambientes y personas. Una buena nutrición es la primera línea de defensa contra numerosas enfermedades infantiles que pueden dejar huellas en los niños de por vida. "Cuando no hay suficiente comida, el cuerpo tiene que tomar una decisión sobre cómo invertir la cantidad limitada de sustancias alimenticias disponibles. Primero está la supervivencia, luego el crecimiento. En cuanto a la nutrición, el cuerpo parece que está obligado a clasificar el aprendizaje en último lugar. Es mejor ser estúpido y estar vivo a ser inteligente y estar muerto" (Sagan y Druyan).
Algunos de los problemas de desarrollo experimentados por niños desnutridos son causados por limitaciones fisiológicas tales como el crecimiento retardado del cerebro y el bajo peso al nacer, mientras que otros problemas son el resultado de una interacción limitada y estimulación anormal, las cuales son vitales para el desarrollo saludable. Una buena nutrición y una buena salud están directamente conectadas a través del tiempo de vida, pero la conexión es aún más vital durante la infancia. Más de la mitad de la mortalidad infantil en países de bajos ingresos puede atribuirse a la desnutrición.
La relación entre la desnutrición y el desarrollo cognitivo y de conducta puede ser resumida en las respuestas del Dr. Reynaldo Martorell a las siguientes preguntas:
  1. ¿La desnutrición perjudica al desarrollo conductual? Una nutrición pobre durante la vida intrauterina y en los primeros años de vida lleva a efectos profundos y variados, incluyendo:
    • Crecimiento físico y desarrollo motor retardados
    • Efectos generales en el desarrollo cognitivo
    • Resultando en un bajo coeficiente intelectual (inferior en 15 puntos o más en los severamente desnutridos)
    • Un grado mayor de problemas conductuales y habilidades sociales deficientes en edad escolar
    • Atención disminuida, aprendizaje deficiente y logros educacionales más bajos
  2. ¿Estos efectos se encuentran solamente en los severamente desnutridos? No. Los efectos de la desnutrición en la cognición ocurren también en niños sin los signos clínicos de la desnutrición pero que tienen un crecimiento retardado. La mayoría de los experimentos de suplemento de comida en países en desarrollo, por ejemplo, se dirigieron a niños sin severa desnutrición.
  3. ¿Quién es el más afectado por la desnutrición? La desnutrición y el contexto económico en que el ocurre parecen estar relacionados. La desnutrición tiene un efecto mayor en el desarrollo de niños que viven en pobreza, sea en países industrializados o en desarrollo, que en niños que no son pobres. Hay evidencia que sugiere que los programas de nutrición benefician la cognición y la conducta en mayor grado entre el segmento más pobre de la sociedad.
  4. ¿Qué nutrientes están relacionados con problemas cognitivos y de conducta? Dado que los nutrientes tienden a agruparse en los individuos, es difícil aislar las contribuciones específicas de cada nutriente. La deficiencia de yodo y la anemia por deficiencia de hierro son más fáciles de estudiar que la deficiencia de otros micronutrientes. Existen investigaciones que demuestran que ambos micronutrientes están específicamente relacionados con el daño en el desarrollo. Las formas menos severas de deficiencia de hierro no parecen afectar la conducta. Este grado de certeza no es posible en estudios de deficiencia de proteína-energía porque los suplementos alimenticios las proveen así como otros nutrientes. Sin embargo, no hay evidencia que indique que las deficiencias de proteínas y energía no sean importantes. La mejor manera de asegurar el desarrollo cognitivo y conductual es satisfaciendo las necesidades de nutrientes con comidas naturales o fortificadas preparadas apropiadamente para niños pequeños. También deben considerarse los beneficios de la lactancia materna al fomentar el crecimiento y desarrollo.
  5. ¿En que edad los programas de nutrición tienden a ser más efectivos? Existe fuerte evidencia que sugiere que cuanto más temprano empiece el niño a beneficiarse de programas de nutrición, mejor será su desarrollo conductual. Con respecto al crecimiento físico, los programas de nutrición pueden ser efectivos mas solamente durante el embarazo y los primeros dos o tres años de vida. Sin embargo, en lo que se refiere al desarrollo conductual, los programas de nutrición pueden presentar beneficios en las edades siguientes, aunque bastante reducidos.
  6. ¿Son irreversibles los efectos de la desnutrición? Hay evidencias que indican que se puede alcanzar mejoras sustanciales, inclusive en niños severamente desnutridos si, en la edad temprana, se toman las medidas apropiadas para satisfacer sus necesidades nutricionales y psicosociales. Cuanto más tiempo los retrasos del desarrollo permanecen sin corregirse, mayor es la posibilidad que los efectos sean permanentes. En los países en desarrollo, donde pocos niños llegan a experimentar una mejora en su situación, una vez que los efectos de la desnutrición se establecen en la infancia temprana, entonces es típico que se vuelvan permanentes. El potencial intelectual de dichos niños al momento de ingreso a la escuela ya esta probablemente dañado.
  7. 7. ¿Son duraderos los efectos de una nutrición mejorada? Sí. Estudios longitudinales indican que los programas de nutrición dirigidos a niños en los primeros años de vida conllevan mejoras cuantificables en la adolescencia y adultez.
  8. ¿Los programas para estimular el desarrollo cognitivo interactúan con programas de nutrición? Los programas de intervención temprana para estimular el desarrollo cognitivo han mejorado la cognición y quizás el crecimiento físico. Como en el caso de los programas de nutrición, cuanto más temprano se inicie el programa, mejores son los resultados. Si bien es cierto que la evidencia actual no es definitiva en cuanto a los efectos de estimulación (aditivos o interactivos), los niños que reciben programas combinados de nutrición y estimulación tienen mejor desempeño que los que reciben solo un tipo de intervención por separado.
    La importancia de los programas de nutrición temprana y su relación con la habilidad cognitiva en el corto y largo plazo es muy clara. También queda claro que los programas de nutrición y estimulación temprana funcionan mejor cuando los niños se benefician de ellos simultáneamente. Los programas de DIT pueden ayudar a prevenir y reducir la desnutrición proporcionando alimentación suplementaria en servicios institucionales u hogares y/o educando a los padres sobre las necesidades nutricionales de sus hijos.

Fuentes
  • Martorell, R. 1996. "Undernutrition During Pregnancy and Early Childhood and its Consequences for Behavioral Development." Ponencia preparada para la conferencia del Banco Mundial sobre el Desarrollo Infantil Temprano: Invirtiendo en el Futuro (Early Child Development: Investing in the Future), 8 y 9 de abril de 1996.
  • Sagan, C., A. Dryuyan.1994. "Literacy - The Path to a More Prosperous. Less Dangerous America." Parade Magazine, 6 de marzo de 1994.

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